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Las Cuencas Mineras de Teruel, en el norte de la provincia, son mucho más que su nombre sugiere. Esta comarca, cuya capital administrativa es Utrillas y la histórico-cultural es Montalbán, se extiende sobre un territorio de 1.407 km², abarcando 30 municipios y 43 entidades de población. A lo largo de los años, ha experimentado una evolución demográfica marcada por su estrecha relación con la industria minera, que ha dejado una profunda huella en su paisaje y en la vida de sus habitantes.
Desde tiempos prehistóricos, las Cuencas Mineras han sido testigos de la presencia humana, como lo demuestran las destacadas pinturas rupestres en Alcaine y Obón, declaradas Patrimonio de la Humanidad. Además, su historia medieval está impregnada de la grandeza de los castillos de Montalbán y Aliaga, que sirvieron como bastiones defensivos en tiempos de conflictos y batallas.
No obstante, el legado más reciente de las Cuencas Mineras está ligado a su industria minera, que durante décadas fue el motor económico de la región. La extracción de carbón, hierro, yeso, plomo y sal fue fundamental para el desarrollo económico, atrayendo a trabajadores de diversas partes de España en busca de oportunidades laborales. Sin embargo, el cierre de la última mina en 2003 marcó un punto de inflexión, obligando a la comarca a emprender una reconversión industrial para adaptarse a los nuevos tiempos.
Hoy en día, las Cuencas Mineras están experimentando una revitalización gracias a la diversificación de su economía. El establecimiento de empresas en el polígono industrial de Montalbán, como Casting Ros, ha contribuido a dinamizar la actividad económica local. Además, el turismo se está convirtiendo en un sector en crecimiento, atrayendo a visitantes con su patrimonio cultural, sus paisajes naturales y sus actividades al aire libre.
Con un clima mediterráneo continentalizado, las Cuencas Mineras ofrecen un entorno ideal para disfrutar de la naturaleza en todas sus facetas. Desde las cumbres de sus montañas hasta los cauces de sus ríos, la comarca invita a explorar sus rincones y descubrir la riqueza de su biodiversidad. Con una oferta turística en constante expansión y un firme compromiso con la conservación del medio ambiente, las Cuencas Mineras de Teruel prometen una experiencia única para aquellos que buscan alejarse del bullicio de la ciudad y conectar con la autenticidad del mundo rural.
Además de su atractivo natural, las Cuencas Mineras albergan un rico patrimonio cultural que refleja la historia y las tradiciones de la región. Pintorescos pueblos con calles empedradas y casas de arquitectura tradicional, así como iglesias románicas y góticas, ofrecen un viaje en el tiempo para quienes desean sumergirse en la autenticidad de la vida rural aragonesa. Lugares emblemáticos como La Peña del Cid, asociada a las hazañas del legendario héroe medieval, añaden un toque de misterio y romance a la experiencia de explorar esta tierra de contrastes.
Por otro lado, la gastronomía local es otro atractivo imperdible de las Cuencas Mineras. Con platos que destacan por su sencillez y exquisitez, la cocina de la comarca ofrece delicias como las migas aragonesas, el ternasco asado, los guisos de caza y los postres tradicionales elaborados con productos locales como la miel y las almendras. Los restaurantes y bares de la zona son el lugar ideal para degustar estas delicias culinarias mientras se disfruta de la hospitalidad y el calor humano de sus habitantes.
